12.01.25
Los cachorros a menudo han sido buscados como animales de compañía por su compañerismo y entretenimiento. Al elegir un cachorro, es importante recordar que crecerán un día y podrían crecer de manera considerable. Para aquellos a quienes les gustan los cachorros que apenas crecen con el tiempo, hay razas de perros pequeños especializadas, por lo que el cachorro no crece mucho en tamaño.
Podemos buscar estos nombres de tipos de razas en internet o en libros especializados sobre animales. También podemos acudir a los criadores que se especializan en este tipo de perros.
• Chihuahua: no supera los 20 centímetros escasos y su peso no sobrepasa los 3 kilos. Es un perro muy cariñoso y afectivo para todo tipo de personas.
• Cocker spaniel inglés: tiene un excelente trato con otros animales y es bueno con los niños, por lo que es una mascota de familia muy popular o como perro de compañía, ya que simplemente le gusta la compañía de personas.
• Perritos shih tzu: el shih tzu no supera más de 27 cm y su peso oscila entre los 4 y 7 kilos aproximadamente.
• Cachorros pug: esta raza tiene una capa fina y brillante que presenta variedad de colores. Pueden tener un carácter fuerte, pero no son agresivos. Es la mascota ideal para familias con niños.
Hemos de considerar la formación del animal. Es primordial que la mascota obedezca órdenes básicas, pero algunos aprenden más rápido que otros. Una raza de aprendizaje rápido es probable que sea más fácil de entrenar y permita recoger los frutos en un corto espacio de tiempo, mientras que una raza de aprendizaje lento requerirá dosis de paciencia.
Si queremos tener un perro obediente y además el tiempo para el entrenamiento es limitado, ¿por qué no considerar una raza fácil de entrenar como un caniche o un papillón?
Estas razas de perros pequeños especializadas han llegado a ser muy populares en muchísimas familias por el tamaño que tienen. Realizar una búsqueda y elegir un tipo de perro de raza que más nos convenga en cuanto a gustos, es crucial, ya que una mascota no es para un día, sino que es para toda la vida.
Además de los beneficios ya mencionados, convivir con un perro puede fomentar la responsabilidad en los niños, ya que aprenden a cuidar y atender a otro ser vivo. También puede ser una excelente forma de socializar, ya que los paseos con el perro permiten conocer a otras personas y perros, creando un sentido de comunidad. Por último, tener un perro puede ser una fuente de alegría y motivación, proporcionando momentos de diversión y cariño incondicional, algo que muchas personas valoran profundamente en su vida diaria.
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